el PRINCIPIO del día se rompe, la luz deforma las bestias, y mi rostro no es sino la ausencia de tus palabras. ¿Qué será del día cuyo reflejo no entiendo? Moriré en mí, en mis gestos, en mi voz de silencio y vidrio, en esa calle donde creí encontrar tu mirada..
Y mientras, llenaré el vacío con verborrea de mariposas, con la fragilidad de los huesos, con el humo insensible de la noche.